Cuando surge la necesidad de hacer cumplir una obligación o recuperar una deuda, el proceso judicial puede parecer complicado, por lo que resulta esencial comprender ciertas herramientas legales que agilizan el camino, como el título ejecutivo, que permite accionar de manera más eficiente.
Proceso Ejecutivo
En lugar de debatir si existe o no un derecho como ocurre en otro tipo de procesos, el proceso ejecutivo parte de un documento que ya reconoce ese derecho; permitiendo al acreedor exigir el cumplimiento de la obligación contenida en este documento, sin necesidad de probar nuevamente lo que ya está acreditado.
El documento debe tener la categoría de título ejecutivo, expresamente reconocido por la ley y cumplir con los requisitos que ésta establezca.
Título ejecutivo e importancia
Documento que debe respaldar una obligación clara, expresa y exigible; cuya importancia radica en que otorga al acreedor la facultad de iniciar un juicio ágil y directo para cobrar una deuda o exigir el cumplimiento de una obligación, sin tener que pasar por las etapas probatorias de un juicio ordinario:
- Sólo ciertos documentos tienen mérito ejecutivo: cheques, pagarés, letras de cambio, sentencias judiciales, escrituras públicas y otros documentos expresamente reconocidos por la ley pueden usarse para iniciar un proceso ejecutivo. Lo que no está en la ley, no tiene este valor.
- La deuda debe ser líquida, clara y exigible; es decir que el monto debe estar determinado o determinable, y que ya debe haberse vencido el plazo para su pago o cumplimiento.
- También pueden ejecutarse obligaciones de hacer o no hacer; siempre que estén contenidas en un documento válido, también pueden reclamarse conductas como entregar un bien o abstenerse de realizar una acción.
- Se contemplan obligaciones alternativas o facultativas: la ley establece cómo proceder cuando la obligación permite al deudor elegir entre varias formas de cumplimiento o sustituir una prestación por otra.
Errores comunes y consecuencias judiciales
Presentamos tres errores frecuentes que comprometen la validez del título ejecutivo, que pueden conllevar el rechazo de la demanda:
- El documento no cumple con las exigencias legales de su clase y naturaleza.
Para que un documento sea considerado título ejecutivo, debe haber sido expedido conforme a la ley vigente al momento de su creación, y contener todos los elementos exigidos por dicha ley según su tipo (cheque, pagaré, otros).
No basta con que el documento haga referencia a una obligación, pues debe estar completo, válido y cumplir con las formalidades legales aplicables; pues de lo contrario no tendrá mérito ejecutivo.
- Falta de autenticación notarial o certificación especial.
Otro error frecuente es que el documento no haya sido debidamente autenticado ante notario público, afectando así su validez formal como título ejecutivo.
Cuando se trate de una sentencia judicial como título ejecutivo, sin la certificación secretarial sobre: (i) que la sentencia está ejecutoriada, y (ii) que no ha sido ejecutada en el tribunal que la dictó.
- Deficiencias en las certificaciones contables.
La presentación de certificaciones contables incompletas, en las que no conste la idoneidad profesional del contador, ni sea auténtica su firma ante notario, compromete la validez del documento.
Estos errores tienen efectos procesales graves, como lo puede ser que el juez rechace la demanda por falta de un título idóneo. Pero incluso si no se rechaza de plano, el ejecutado puede aprovechar estas fallas para complicar el proceso, dilatando el cobro y generando costos para el acreedor. Y esa no es la finalidad del proceso ejecutivo, que fue diseñado precisamente para facilitar la ejecución de obligaciones claras y exigibles de forma eficiente.
Recomendaciones
En EVANS GROUP ayudamos a nuestros clientes a evitar estos tropiezos, asegurándonos de que cada documento presentado cumpla con las exigencias legales desde el inicio, para que el proceso cumpla su objetivo de recuperar lo adeudado; de ahí que resulta importante:
- Verificar que la documentación sea completa y legalmente válida.
Asegúrese de que pagarés, contratos, cheques u otros documentos que puedan servir como títulos ejecutivos estén correctamente redactados, contengan los elementos exigidos por la ley vigente y hayan sido emitidos conforme a su naturaleza jurídica.
- Autenticar adecuadamente.
La falta de autenticación notarial o de certificaciones requeridas puede hacer que incluso una obligación legítima no sea ejecutable. Revise siempre si su documento necesita autenticación formal, certificación de idoneidad o validación por autoridad competente.
- Solicitar asesoría legal antes de emitir o aceptar documentos de valor ejecutivo.
Una consulta preventiva con un abogado especializado puede evitar que un documento inadecuado le cierre el acceso a la vía ejecutiva.
- Llevar control sobre vencimientos y prescripción.
Registre las fechas de vencimiento de sus títulos y los plazos legales para ejercer acciones de cobro. Actuar fuera de tiempo puede implicar la pérdida del derecho.
- Actuar con diligencia.
Si tiene un derecho de cobro, no lo postergue, pues la rapidez en la acción es clave para que la vía ejecutiva cumpla su función: lograr el cumplimiento efectivo de una obligación en el menor tiempo posible.
El título ejecutivo es una herramienta para la recuperación ágil de deudas dentro del sistema legal panameño, pero su efectividad dependerá de su idoneidad legal y formal. Comprender sus requisitos, evitar errores comunes y actuar con estrategia, resulta esencial para quienes hacen negocios en Panamá.
Estamos comprometidos a acompañar a nuestros clientes desde el inicio, asegurando que cada documento que sustenta un derecho de cobro esté correctamente estructurado.
Si necesita asesoría sobre títulos ejecutivos o desea prevenir contingencias legales en sus procesos de cobro, no dude en contactarnos. Estamos aquí para proteger sus intereses y hacer valer sus derechos con eficiencia.